Libro fotográfico
Encuadernación rústica
Depósito legal V-1374-2018
150 páginas / color
Interior: estucado mate 170 gr. / Portada tapa dura 350 gr. plastificado mate
Tamaño 21,5 x 31,5 / vertical
Precio: 15€€ + gastos de envío / nacional (14,10 €)
consulta: miguel@photomarquez.net
Prólogo
Doctora Mercedes Montero Bartolomé
Profesora de Antropología Social.
UNED. (Universidad Nacional de Educación a Distancia).
PRENSA: http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2018/07/30/5b5de4b6e5fdeab1188b457b.html
La historia de Malkia Afrika es consecuencia de una voluntad pendiente, del recuerdo, de la necesidad de comunicar. Para mí, este proyecto es rendir un pequeño y humilde homenaje a un deseo convertido en documental fotográfico.
Llegué a este continente hace muchos años con una idea tangible. De todos los instantes, de aquellos días donde convivir con la dualidad de sensaciones extremas estaba presente en cada segundo, guardo en la memoria grandes y felices momentos.
Las imágenes de este libro tratan sobre el conocimiento de dos etnias africanas.
En este proyecto me adentro en el centro de Gambia, conviviendo durante un periodo de tiempo junto a los Wölof y Fulas, documentando en lo que es ¨sui géneris¨ una tradición africana ceremonial. Fui aceptado por el jefe de la etnia mandinga y acreditado para documentar una parte de la intimidad sagrada de un pueblo.
Rituales como la transición de los niños a la adolescencia, que está relacionada con la circuncisión, por consiguiente vinculada al Kankurang, (danzas del hombre árbol) y sacrificios como ofrenda a la festividad, proclamada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
Al mismo tiempo, y con todo el respeto pongo en tela de juicio el propósito de este culto solemne, pues la instrucción sobre los valores, las reglas de conducta, la ley y la justicia o igualdad transferida con el ejercicio del Kankurang (según me instruye uno de los mandingas mas influyentes del jefe), considero que pierde efecto al decapitar parte de la naturaleza humana, así como el socavamiento de los derechos e integridad, sobre todo al realizar ciertas prácticas ancestrales a las niñas como es la ablación.
Por otro lado, se documenta a la etnia Himba en la región de ¨Kunene¨, norte de Namibia y sur de Angola.
Este título, lejos de emplear pura retórica, tiene dos lecturas básicas, por un lado Reina África puede estar ligada a un reconocimiento de ¨realeza¨ frente al resto de continentes y civilizaciones. En estas tierras empezó la evolución y transformación de lo que actualmente es el ser humano moderno.
Me llama la atención la nimia transformación de los conceptos básicos en cuanto al devenir de la imagen femenina africana.
África, con sutiles modificaciones evoluciona tibiamente, en ocasiones, y abierto a debate las colonizaciones en este continente por del resto del mundo han contribuido a ello.
La historia y la herencia obtenida para la civilización es inmensurable, Reina África reivindica el status que merece este maravilloso continente.
La interpretación dual a nivel social estructural va proyectada al símbolo femenino en África. Desde la relevancia de la mujer mandinga, hasta la jerarquía destacada en la estructura social matrilinial de la etnia Himba
La dilucidación del contenido fotográfico y la literatura escrita decidirá qué lectura definitiva revelará el significado de Malkia Afrika para cada espectador.
Este proyecto nace bajo una interpretación vehemente de una pretensión incomleta. Como casi todo en la vida, ninguna voluntad está sujeta al éxito, pero siempre existe ese hilo conductor que nos atavía de recursos para cumplir con un deseo o un sueño, porque no es el efecto de alcanzarlo, es el hecho de al menos intentarlo. Cumplir con un deseo y hacerlo una realidad sea cual sea el medio…
La historia incompleta cierra el círculo con este libro documental, cargado de pragmatismo emocional y plasticidad visual. Darle forma a una imagen rescatada desde lo más profundo, ese es el propósito, dar protagonismo a lo desconocido, esa es la finalidad.
Adentrar al espectador en una visión estrictamente realista de la distancia que hay entre la vanguardia occidental y lo puramente ancestral.
Podría realizar un juicio injusto de la experiencia en África; después de haber recorrido Malí, Gambia, Tanzania y Namibia, es mi obligación contar con fotografías los entresijos que albergan este continente, las curiosidades, las adversidades y la controversia sobre lo que es política, social y éticamente correcto, y también por supuesto documentar lo maravilloso que en general es África.
Es esta la reflexión que hace consolidarme con la idea de Stephen Lewis en su extracto: Creo que cuando se ha viajado mucho a África, se entienden muchas cosas que la gente no reconoce: el poder extraordinario que es África a nivel de pueblo, a nivel comunitario.
Darse cuenta de lo sencillo que es vivir despojado de lujos y tenerlo todo; reivindicar los derechos humanos en defensa de la integridad de la mujer africana, esta es la visión global y experiencia personal, traducida en el contenido de Malkia Afrika.
Miguel Márquez
PRESENTACIÓN
María Gómez Rodrigo
Profesora de Historia del Arte
Universidad de Valencia
MALKIA-AFRIKA
Malkia-Afrika, Reina África, es el significado del título según su autor, Miguel Márquez, sobre esta potente obra fotográfica, que atrapa al instante de verla, no solamente por la enorme belleza estética que ha capturado, sino también, por los aspectos enigmáticos que ofrecen sus imágenes. Transmiten lo ancestral-humano con la fuerza de la Tierra en todos los sentidos. Al decir sentidos, nos acercamos a la esencia del arte, donde no nos puede dejar indiferentes; el arte debe despertar sensaciones que nos atrapen, a la vez que los pensamientos y las reflexiones acompañen lo que estamos viendo, como así ocurre con el documental fotográfico de Miguel Márquez, que va directo a las emociones de los observadores, especialmente, a los del otro “lado”, los que pisamos suelos asfaltados, rodeados de tecnología.
Miguel Márquez en Malkia-África, muestra su gran experiencia: la sensibilidad, la captura rápida de bellas composiciones, lo fugaz y etéreo, gamas de colores indescriptibles, la luz filtrada entre sutiles rendijas, muchas veces salpicada con potencia, creando ricos contrastes, donde la vida palpita en las raíces más profundas de la Tierra y el Cielo, en definitiva, con lo Universal.
El artista se sumerge en la aventura: etnias mandingas, himbas, en amplias regiones al norte de Namibia y sur de Angola. Miguel Márquez va más allá por tierras africanas, tan misteriosas como peligrosas, ya que para adentrase en ellas hace falta mucho coraje, especialmente para un hombre blanco que va acompañado con su instrumental fotográfico y un cuaderno de viaje, penetrando en un enigma que ni siquiera él puede imaginar, y menos cómo acabará. Es un mundo distinto, donde, no sólo la naturaleza es diferente y abrupta: junglas, montañas, sabanas, clima… son barreras naturales, repletas de fauna menuda o grande que multiplican los peligros.
Pero ahí está el milagro; entrar en otra dimensión, un viaje a los ancestros humanos, a lo primitivo, a lo genuino con la crudeza y belleza que brota continuamente en esas tierras. Gracias a estas imágenes de Malkia-África, tenemos ante nuestros ojos otro mundo, casi mágico conectando con su cultura y espíritu.
La imágenes de Miguel Márquez, sacuden emocionalmente, aunque racionalmente no lleguemos a comprender, quizás hagan un quiebro antropológico en nuestro ser y, posiblemente, nuestros genes ancestrales conecten de alguna forma. ¿Por qué no? La mente es un misterio sin desvelar; sin embargo, todos los seres humanos tienen algo en común, un lenguaje universal: la atracción por la belleza y el misterio.
Malkia-Afrika, Reina África, capta y evoca la gran belleza, quizás, el “alma”. Su gran colorido con potentes contrastes exaltan la fuerza de la vida, así como también, se adentra en miradas huidizas o frontales que tanto dicen, el brillo de sus pieles con la textura de la luz resbalando en ellas, la expresión de sus atuendos naturales de piel, plumas, mezclando colores que saltan según el golpe de sol, sin olvidar las llamativas telas sedosas que lucen las mujeres en ceremonias. Todo es una fiesta de vida.
El documental fotográfico de Miguel Márquez ha captado el corazón de esas etnias, ha vivido entre ellos sus ceremonias, bailes y actos rituales: funerarios, festivos, iniciáticos, así como también, cultos a sus antepasados y a la madre tierra. Todo ésto y mucho más contiene la obra de este artista, la exuberante belleza plástica de la fuerza de la vida humana en conexión con la naturaleza es, sin duda, un excepcional trabajo que merece ser visto para ensanchar nuestros sentidos.
María Gómez Rodrigo
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